Si estás pensando en hacerte un seguro médico privado y tienes dudas acerca de cuál sería más ventajoso, sigue leyendo. En los seguros médicos el precio no es lo único importante.
Las aseguradoras lanzan en los meses finales del año sus ofertas más ventajosas porque las pólizas suelen vencer en diciembre y, por ley, hay que comunicar la baja con un mes de antelación. Está muy bien darse de alta en un seguro privado de salud con un buen precio, pero hay que saber si se mantendrá la oferta en el siguiente año, si nos van a exigir permanencia a cambio del ahorro y, sobre todo, si la póliza contratada se adapta a lo que necesitamos.
¿Cuánto quieres pagar?
La cuota que habrá que pagar todos los meses es un dato importante, pero no resulta excluyente, porque siempre es posible encontrar la que mejor va con nuestra economía. Las compañías de seguros ofrecen trajes a medida para que, prácticamente, cualquiera pueda contar con asistencia privada.
Hay pólizas que lo cubren todo y son más caras, pero las hay muy económicas a cambio de excluir la hospitalización; es decir, incluyen la atención primaria, los especialistas y las pruebas diagnósticas, pero no las intervenciones quirúrgicas mayores ni el ingreso hospitalario. Son pólizas ideales para compatibilizar con la Seguridad Social.
Puede que una mujer joven y sana solo necesite tener un ginecólogo a mano, tal vez también un dermatólogo cuando lo requiera, el médico de cabecera, el oculista…, pero que tenga claro que, si le ocurriera algo importante, acudiría a la Seguridad Social. Para este caso existen seguros realmente baratos.
Un seguro médico privado garantiza la atención directa por los especialistas en consultas y el acceso prácticamente inmediato a las pruebas diagnósticas, sin soportar las largas esperas de la Seguridad Social.
El prestigio de la compañía
No es un asunto menor. Algunas empresas bancarias o del sector asegurador en general, a la vista de que los seguros médicos privados crecen cada día, se apuntan al ramo de salud, pero no tienen ni la experiencia ni los servicios que ofrecen las compañías más consolidadas.
Antes de contratar un seguro médico privado es importante hacerlo con una compañía de prestigio, que tenga suficientes especialistas en su cuadro médico, para poder elegir facultativos o cambiarnos de médico cuando queramos.
También es esencial que la compañía aseguradora cuente con conciertos con hospitales de referencia en tratamientos como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares que, en caso necesario, nos permitan ser atendidos pronto y esquivar la masificación de la sanidad pública.
Por otra parte, una compañía de prestigio en salud siempre invertirá en equipos más modernos e instrumentos de diagnóstico de última tecnología.
La cercanía
Antes de contratar un seguro médico privado, tenemos que ver qué hospitales, clínicas, centros y médicos están cerca del lugar donde vivimos o trabajamos. Si elegimos un seguro médico privado, es para no tener esperas, y los largos trayectos implican una pérdida de tiempo.
No importa desplazarse para algo excepcional, pero no habitualmente. Por ejemplo, si tenemos un bebé, nos interesa que su pediatra tenga la consulta cerca de casa.
Lo que cubre y lo que no
En materia de salud, el precio no es lo único importante. En nuestro comparador no solo pueden consultarse los precios para comparar entre compañías, sino también las coberturas de cada una.
Hay que revisar la póliza antes de firmarla y saber en qué casos seremos atendidos y cuáles están excluidos. Por ejemplo, si nos gustaría que incluyera la atención psicológica o cuántas sesiones de rehabilitación están cubiertas.
Otro punto de atención antes de contratar un seguro médico privado es el periodo de carencia, que es el tiempo durante el cual no nos cubrirán una asistencia al darnos de alta en una compañía. Algunas no tienen este periodo de carencia cuando se proviene directamente de otra empresa aseguradora, pero todo eso hay que estudiarlo, por si acaso pensábamos que teníamos algo incluido y resulta que no.
Las preexistencias
No podemos llamarnos a engaño: tenemos que saber si la nueva aseguradora nos cubre enfermedades o dolencias contraídas antes de contratar un seguro médico privado con ella. A menudo, si, por ejemplo, uno es diabético o arrastra una patología de rodilla, se encuentra con que la nueva compañía no cubre sus problemas.Tenemos que advertirlo antes, cerciorarnos de que se incluye o de si se requiere un sobrecoste para tenerlo cubierto. Jamás hay que mentir en el cuestionario de salud previo al alta con el nuevo seguro.
Atención en caso de urgencia
Este es un factor importante. Nos interesa conocer si la nueva compañía ofrece un buen servicio de urgencias, si nos pilla cerca el hospital de referencia, sin aglomeraciones, si tienen servicio de ambulancia y si cuentan con atención a domicilio. Dependiendo de la edad, de si conducimos o no, de dónde vivamos… es un punto que conviene considerar.
Los extras
Las compañías tienen coberturas diferenciales que nos hacen la vida más fácil, como las autorizaciones telefónicas o por internet para acceder a cualquier servicio, la agilidad en los trámites, la asistencia por teléfono 24 horas, la telemedicina, la atención dental…
Antes de contratar un seguro médico privado…
No hay que creer todo lo que diga la publicidad. No queremos decir que existan ofertas engañosas, sino que pueden ser mal interpretadas o tener condicionantes poco visibles que, a la hora de la verdad, resulten muy importantes.
Como hemos visto, en los seguros médicos el precio no es lo único importante. Si lo que deseas es no correr riesgos y acertar con las compañías, entra en nuestro comparador. Trabajamos solo con las mejores empresas, las más fiables y las que tienen más experiencia en el sector salud.
Si lo prefieres, llámanos, somos corredores y un asesor experto en seguros de salud podrá orientarte de acuerdo con tus necesidades entre las mejores ofertas de las compañías. Así, tú y tu familia podréis estar tranquilos y pagar el menor importe posible a cambio de las mejores coberturas.