El seguro médico desgrava en la declaración de la renta de autónomos y trabajadores con póliza privada de empresa. Y también beneficia a las compañías, que pagan menos en el impuesto de sociedades.
Casi 1 de cada 4 españoles tiene un seguro médico. Así lo demuestran los datos más recientes de Unespa, la patronal aseguradora. Y es que disponer de cobertura sanitaria privada tiene doble utilidad: asistencia médica de calidad sin largas listas de espera y desgravaciones fiscales.
Hasta el próximo 30 de junio está vigente la campaña de la renta 2020, y tener seguro médico desgrava en la declaración. ¿Quién puede beneficiarse de ello en la renta y cuánto dinero se puede ahorrar?
Los autónomos pueden desgravarse los seguros
Los trabajadores por cuenta propia son los que más se benefician del seguro médico en la declaración de la renta. Los autónomos se pueden deducir las primas de los seguros que estén relacionados con su actividad (por ejemplo, el seguro de responsabilidad civil). No obstante, también se incluyen otros que no estén vinculados necesariamente al trabajo, como los seguros médicos. En total, se puede deducir hasta 500 euros al año entre todos los seguros.
Eso significa que la prima de los seguros médicos reduce directamente la base imponible. En otras palabras: la cuota de la póliza se descuenta de los ingresos totales, por lo que Hacienda considera que se ha ganado menos dinero.
En España, el IRPF es un impuesto progresivo, es decir, se aplica un porcentaje más alto cuanto más grande sea la base imponible. Si se ha ganado más dinero, la Agencia Tributaria se quedará con un porcentaje más alto. Por lo tanto, es muy útil para el contribuyente que la cuota se reste de la base imponible.
El seguro médico puede incluir a la familia
La Agencia Tributaria también permite que esta deducción de hasta 500 euros anuales se amplíe a los familiares; en concreto, el cónyuge y los hijos menores de 25 años que convivan con él. Así pues, por cada una de estas personas podrá también desgravarse hasta 500 euros, o hasta 1500 euros si tienen alguna discapacidad. En conjunto, el seguro médico desgrava hasta un máximo de 4500 euros al autónomo.
Pongamos un ejemplo:
Un autónomo ha percibido 24.000 euros en el año. Tiene contratado un seguro médico para toda su familia (él, su pareja y sus dos hijos) por el que paga 1000 euros anuales. Eso significa que paga por cada uno de los miembros 250 euros, menos del máximo permitido, por lo que se puede deducir todo. Esos 1000 euros se restan de la base imponible de 24.000 euros, que se quedará en 23.000 euros. Por tanto, se considera que el autónomo no ganó 24.000 euros, sino 23.000, la base sobre la que se aplicará el IRPF.
¿Cómo se desgrava el seguro médico en los autónomos?
Hay dos opciones:
- De una sola vez, al incluirlo en la declaración de la renta anual.
- Incluirlo en los pagos fraccionados del IRPF, con el modelo 130 que se completa trimestralmente.
El seguro médico desgrava también a empresas y trabajadores
Cada vez más, las compañías cuentan con cobertura sanitaria privada como un incentivo para atraer y retener talento. Es una forma de demostrar a los empleados que la empresa se interesa por su bienestar. Pero ese no es el único motivo: compañías y empleados se pueden beneficiar mucho a la hora de pagar impuestos.
Una forma de salario flexible exenta de tributación
Las pólizas de empresa no solo son una manera de cuidar del trabajador: también de retribuirle. La cuota es parte del salario del empleado, pero no se tributa por ella. Eso implica que no tiene que sumar ese dinero a sus ingresos en el IRPF.
Por ese motivo, muchos empleados negocian con su compañía para que les incluyan este tipo de retribuciones flexibles en lugar de una subida de sueldo. Mientras que ganar más dinero implicaría pagar más IRPF, recibir ese dinero extra en forma de sanidad privada no supone cambios para la Agencia Tributaria, porque no lo considera rendimientos del trabajo.
El límite exento de tributación es de 500 euros por persona y año. Si la cuota supera esa cantidad, los primeros 500 estarían exentos y el resto tributaría como rendimientos del trabajo en especie. Igualmente, se pueden incluir las cuotas del cónyuge y de los hijos convivientes menores de 25 años, siempre con el límite de 500 euros por persona y solo si se incluyen en la póliza de la empresa.
Pongamos un ejemplo:
Una trabajadora gana 30.000 euros anuales. De esa cantidad, 400 euros son, en realidad, el seguro médico que la empresa le paga durante todo el año. A ojos de la Agencia Tributaria, ella está ganando 29.600 euros (30.000-400), por lo que los impuestos solo se aplicarán a esa cantidad, que son sus rendimientos del trabajo.
Los beneficios para la empresa
La empresa se puede deducir en el impuesto de sociedades el 100 % del gasto que le suponga el seguro médico colectivo. El impuesto de sociedades es progresivo, crece en función de los beneficios, así que restar el coste de las primas les ayuda a pagar menos impuestos.
La condición principal para poder deducirse todo el gasto es que sean seguros colectivos, no individuales, y que sea la empresa la que los contrate y pague las primas. Además, como ya hemos comentado, la póliza puede cubrir tanto al empleado como a su familia directa. Para que los trabajadores puedan disfrutar de la deducción, la póliza de salud debe aparecer como parte de su retribución, es decir, junto a su sueldo en la nómina.
Sanidad privada con grandes ventajas fiscales
Como ves, los autónomos y las empresas que tienen seguro de salud para sus trabajadores tienen que pagar muy poco por la sanidad privada. El seguro médico desgrava, así que, en realidad, su coste real es más bajo. La cuota mensual de la póliza revierte después en que se pague menos en la declaración de la renta, o que incluso salga a devolver. ¿Aún tienes dudas sobre sus ventajas? ¡Echa un vistazo a nuestro comparador! Verás que, por muy poco, puedes conseguir el mejor cuidado para ti y los tuyos.